Por qué leemos?
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En los últimos meses, en medio de una pandemia en la cual de una forma u otra, nos obligó a estar más presentes en nuestras casas y dedicar más tiempo a nosotros mismos, decidí leer -por no decir devorar-, un montón de libros que tenía cubiertos de polvo en mi biblioteca. El hábito se intensificó de forma exponencial cuando mi novia, luego de un largo viaje por Asia, llegó a casa con un Kindle Paperwhite de regalo, el aparato que siempre odié, pero que de alguna forma revolucionó positivamente mis hábitos de lectura.
Y en todo este contexto, muchas veces me cuestioné: por qué leemos? En los últimos tres meses, terminé varios libros: El Símbolo Perdido y Ángeles y Demonios de Dan Brown, Eficacia Ejecutiva de Peter Drucker, un libro de casos prácticos de Marketing de Harvard, una biografía barata de Jeff Bezos, y más recientemente, Rompe la Barrera del No, de Chris Voss, y las autobiografías de Phil Knight (Nike) y Bob Iger (Disney).
Y luego de invertir tanto tiempo personal en frente a una pantalla que emula ser de papel llegué a una conclusión importante: leemos porque nos gusta nutrirnos de las experiencias, puntos de vista y vivencias de otros, leemos para adelantar nuestra linea de partida en la vida para llegar más lejos, leemos para sentir que no estamos solos en este mundo y tenemos a un par, en algún lugar remoto del planeta, que comparte ínfimamente, nuestra perspectivas de las cosas, y también leemos para aprender un mensaje, de alguien que en sus momentos de soledad con hoja y papel, decidió transmitirnos.
La lectura es la actividad que realizamos cuando nos ponemos delante de un libro y entramos en conversación con lo que nos dice su autor. La lectura nos enseña, de forma indirecta, a ser empáticos. Mientras estamos en medio de una hoja, vivimos en la mente de una persona que tiempo atrás, quizo decirle al mundo que pasaba por su cabeza.
Para finalizar con esta historia, quiero contar una pequeña anécdota que me llevó a escribirla: ayer, mientras leía las últimas páginas de la autobiografía de Phil Knight, el cofundador de Nike, me di cuenta, casi que sin notarlo, de la emoción que vivían mis ojos. Para quienes no conozcan esta historia de esfuerzo, dedicación, impronta y mucha humildad, les recomiendo dedicarle las 10 horas que demanda el libro. Pero mas allá, ese simple hecho, me hizo dar cuenta lo importante de nutrirse de estas historias, y que leer no es únicamente estar en frente a un libro, sino que también puede tocarnos las emociones directamente.
Para todos aquellos que todavía no generaron el hábito de leer, denle una oportunidad, y van a ver que no notarán un camino de regreso.